Puerto Vallarta: entre el paraíso turístico y el reto de mejorar la calidad de la vivienda

Puerto Vallarta es sinónimo de belleza natural, turismo internacional y crecimiento inmobiliario. La demanda por desarrollos de lujo frente al mar crece año con año. Sin embargo, en medio de este boom turístico e inmobiliario, existe un desafío urbano que suele quedar en segundo plano: el déficit cualitativo de vivienda.

En el estado de Jalisco, donde se ubica este destino, el 20.4% de las viviendas presenta algún tipo de déficit cualitativo, lo que equivale a más de 620 mil hogares con carencias en materiales, espacio o servicios básicos. Y aunque los focos suelen estar en Guadalajara, Puerto Vallarta también enfrenta una presión creciente sobre su tejido urbano y habitacional, especialmente por la alta migración laboral derivada del turismo.

¿Qué significa tener un “déficit cualitativo”?

  • 163,225 viviendas están construidas con materiales precarios, lo que reduce la seguridad y habitabilidad.
  • 362,537 viviendas padecen precariedad de espacios, es decir, familias hacinadas en casas con pocos cuartos.
  • 94,808 hogares carecen de servicios básicos adecuados, como drenaje, agua potable o conexión eléctrica estable.

En un municipio que recibe constantemente nuevos trabajadores para la hotelería, los servicios y la construcción, la falta de vivienda digna y accesible se vuelve cada vez más evidente, con muchas familias obligadas a asentarse en zonas irregulares o alejadas de sus lugares de trabajo.

¿Cómo pueden responder los desarrolladores?

En un mercado tan dinámico como el de Puerto Vallarta, el sector inmobiliario puede jugar un papel clave para atender el rezago cualitativo, equilibrando la rentabilidad con la responsabilidad urbana.

  • Ofrecer vivienda digna para la clase trabajadora del turismo

El auge de Vallarta no sería posible sin su fuerza laboral. Desarrollar proyectos de vivienda bien ubicados, seguros y asequibles para este segmento puede ser tanto un acto de equidad como una inversión con retorno garantizado.

  • Diseño urbano con enfoque mixto

Integrar vivienda accesible dentro de zonas con usos mixtos reduce la necesidad de desplazamientos largos y fomenta comunidades más equilibradas y funcionales.

  • Regeneración de zonas con infraestructura existente

En lugar de urbanizar nuevas zonas alejadas, invertir en la mejora de colonias ya existentes puede elevar la calidad de vida rápidamente y generar cohesión social, todo mientras se aprovecha la infraestructura urbana disponible.

  • Proyectos verticales eficientes en espacio y servicios

Enfrentar la precariedad de espacio también implica innovar en diseño: unidades compactas pero funcionales, con acceso a servicios comunes, seguridad y conectividad, ideales para jóvenes, parejas o trabajadores temporales.

Hacia un desarrollo más inclusivo en el destino

Puerto Vallarta tiene la oportunidad de ser un modelo de desarrollo costero sustentable: no solo por su belleza natural, sino por su capacidad de integrar vivienda digna para todos los que hacen posible su funcionamiento diario. Atender el déficit cualitativo no es solo una obligación social, sino una oportunidad para crear una ciudad más ordenada, justa y resiliente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *