By Miriam Mendoza 
La zona metropolitana de Guadalajara es una de las más dinámicas del país. Con más de 300 desarrollos inmobiliarios en marcha y una creciente atracción de inversiones por el fenómeno del nearshoring, la ciudad vive un auge urbano sin precedentes. Sin embargo, entre ese crecimiento también se oculta un reto silencioso pero urgente: la calidad de la vivienda existente.
En Jalisco, el 20.4% de las viviendas presentan algún tipo de déficit cualitativo, lo que equivale a más de 620 mil hogares que no cumplen con estándares adecuados en materiales, espacio o servicios básicos. Guadalajara, como centro urbano principal, concentra una parte significativa de esta situación.
Radiografía del déficit cualitativo en Guadalajara:
Estos datos muestran que la problemática no está solo en la cantidad de vivienda disponible, sino en su calidad, y que el crecimiento inmobiliario debe considerar no solo a los nuevos compradores, sino también a quienes ya habitan la ciudad en condiciones desiguales.
¿Cómo pueden actuar los desarrolladores?
El sector inmobiliario tiene una oportunidad única para enfocar parte de sus esfuerzos en atender el déficit cualitativo, no solo como un acto de responsabilidad social, sino también como una apuesta por la sostenibilidad urbana a largo plazo.
- Regeneración urbana con enfoque social
Hay zonas en Guadalajara con infraestructura urbana existente pero con viviendas deterioradas. Desarrollar proyectos de renovación y mejoramiento habitacional, respetando el tejido social, puede elevar la calidad de vida y revalorizar el entorno.
- Modelos de vivienda flexible y asequible
La alta demanda de vivienda en renta y la diversidad de perfiles familiares exige que se desarrollen tipologías más pequeñas, modulares y accesibles, pero con buena ubicación, servicios y calidad en materiales.
- Alianzas para vivienda con servicios garantizados
Un déficit común es la falta de servicios básicos. Integrar infraestructura desde la planeación, y colaborar con gobiernos municipales para asegurar su operación, puede evitar desarrollos desconectados o deficientes.
- Incentivar la verticalización con criterios sociales
En vez de expandir la ciudad, los desarrollos verticales bien diseñados pueden ofrecer soluciones de vivienda digna en zonas consolidadas, con acceso a transporte, empleo y equipamiento urbano.
El desafío del crecimiento inteligente
Guadalajara no solo necesita más vivienda, necesita mejor vivienda. El auge del nearshoring y la atracción de talento deben acompañarse con una mejora integral en la calidad habitacional para sus ciudadanos actuales. Los desarrolladores tienen en sus manos una herramienta clave: planear con visión social, construir con calidad y pensar en la ciudad como un todo.