En la ciudad de Puerto Vallarta, la brecha entre el nivel de ingreso de los hogares y el creciente valor de las propiedades se está convirtiendo en un desafío. Mientras el mercado inmobiliario experimenta una constante apreciación impulsada por el desarrollo turístico y la inversión extranjera, los ingresos de la mayoría de las familias no han logrado mantener el mismo ritmo de crecimiento.
¿Qué está pasando con esta brecha de ingresos vs precios?
Desde 2016, los precios de la vivienda han aumentado un 72%, mientras que los ingresos por trabajo se ha mantenido contante.. Esta disparidad ha deteriorado el poder adquisitivo de las familias, dificultando el acceso a una vivienda digna.
A continuación, exploraremos la situación actual de la ciudad:
Puerto Vallarta enfrenta un rezago habitacional significativo que afecta a miles de hogares en la región. A finales de 2022, el Índice de Precio de Vivienda (IPV) en Puerto Vallarta alcanzó 49.3 puntos, ubicándolo en el puesto 22 entre las ciudades costeras en términos de aumento de precios de vivienda. Esto indica que, aunque los precios de las propiedades están en constante alza debido a la creciente demanda turística y residencial, el crecimiento de los ingresos laborales ha sido limitado, lo cual sitúa a Puerto Vallarta en el puesto 26 a nivel nacional en cuanto a la capacidad de los ciudadanos para adquirir vivienda.
Esta combinación de un aumento en los precios de las viviendas y un estancamiento en los salarios dificulta el acceso a una vivienda. Este contexto supone tanto un desafío como una oportunidad para el sector inmobiliario, donde asesores inmobiliarios, desarrolladores y constructores deben adaptarse a en un mercado como este. Por ello es crucial comprender de fondo las tendencias del mercado, hacer una segmentación apropiada y precisa, para ofrecer soluciones que se ajusten a las capacidades económicas para cada segmento. Esto es particularmente importante en un entorno donde los cambios del mercado son rápidos y cada vez más difíciles de anticipar.
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En el estado de Jalisco, la brecha entre el ingreso por trabajo y el precio de la vivienda ha aumentado de manera alarmante desde 2016. Este desbalance alcanzó su punto más crítico en 2020, cuando el Índice de Precio de Vivienda (IPV) se situó por debajo de 100 puntos. Aunque desde entonces los ingresos laborales han mostrado una recuperación, la disparidad entre estos y los precios de la vivienda sigue siendo considerable.
Esta situación es especialmente preocupante en Puerto Vallarta, donde la demanda turística ha impulsado los precios de las propiedades a niveles elevados. A medida que el costo de la vivienda continúa aumentando, muchas familias locales enfrentan serias dificultades para acceder a un hogar asequible. Es urgente implementar políticas que busquen equilibrar el crecimiento de los ingresos con el costo de las viviendas, para que los habitantes de Jalisco y, en particular, de Puerto Vallarta, puedan encontrar opciones habitacionales que se ajusten a sus posibilidades económicas. Sin un enfoque adecuado, el sueño de tener una vivienda digna seguirá siendo inalcanzable para muchos.
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