
Puerto Vallarta, uno de los destinos turísticos más importantes del país, también se consolida como un mercado inmobiliario en constante transformación. El perfil de los compradores ha cambiado: desde inversionistas nacionales y extranjeros hasta residentes permanentes que buscan calidad de vida cerca del mar.
Al analizar la superficie de las viviendas en venta, se observa una oferta bastante equilibrada, aunque con una ligera inclinación hacia viviendas de tamaño mediano.
Distribución por superficie:

- 3.8% de las casas tienen menos de 50 m².
- 27.5% están entre 51 y 100 m².
- 27.7% entre 101 y 150 m².
- 17.8% entre 151 y 200 m².
- 15.4% entre 201 y 250 m².
- 7.8% superan los 251 m².
Un mercado orientado al estilo de vida práctico
El dato más representativo es que más del 55% de las viviendas se concentra en el rango de 51 a 150 m², lo que apunta a un tipo de vivienda funcional, con diseños eficientes, pensados para familias pequeñas, parejas jóvenes o como segundas residencias.
La escasa proporción de viviendas con menos de 50 m² sugiere que el mercado no está dirigido a soluciones ultracompactas como departamentos tipo estudio, al menos no en el segmento de casas. Por otro lado, el segmento de viviendas de más de 200 m² representa casi una cuarta parte del inventario, lo que puede reflejar el interés de compradores de mayor poder adquisitivo o de inversionistas en propiedades de alto valor.
Implicaciones para desarrolladores
La diversidad del mercado de Puerto Vallarta permite a los desarrolladores explorar tanto propuestas compactas y de alta rotación, como proyectos premium orientados a la plusvalía y el lujo. La clave está en segmentar bien la zona: mientras áreas más céntricas o turísticas pueden funcionar mejor con desarrollos verticales y pequeños, zonas de expansión o residenciales pueden beneficiarse de casas con más superficie y amenidades exclusivas.
Con el creciente interés en propiedades costeras, entender la demanda por tamaño es fundamental para posicionar un proyecto exitoso.