El sur del estado de Hidalgo, particularmente en la Zona Metropolitana de Pachuca, vive una etapa de crecimiento acelerado que ha captado la atención de desarrolladores e inversionistas. Sin embargo, este auge también ha desatado una serie de problemáticas estructurales que podrían escalar si no se implementa una planeación urbana estratégica y responsable.
La Unidad de Planeación y Prospectiva de Hidalgo, advierte que el estado enfrenta una presión demográfica sin precedentes derivada del agotamiento de suelo habitable en Ciudad y Estado de México, y que amenaza con convertir a municipios como Tolcayuca, Tizayuca y Zapotlán en simples ciudades dormitorio.

El problema: permisos sin planeación y fraccionamientos sin servicios
Durante años, múltiples administraciones otorgaron permisos de construcción sin una visión de largo plazo, priorizando el crecimiento por encima de la sostenibilidad. Como resultado, hoy en día existen más de 600 fraccionamientos sin municipalizar en el estado, es decir, sin acceso a servicios básicos como agua potable, drenaje, alumbrado o recolección de basura.
Tan solo en Zapotlán, días antes del cambio de gobierno se emitieron autorizaciones para nuevos fraccionamientos, sin garantías de viabilidad en términos de servicios e impacto ambiental. Además, se han detectado casos en Pachuca donde construcciones masivas se levantaron en predios catalogados como de uso agrícola.
Una presión creciente por el mercado de vivienda social
La demanda en esta zona proviene de personas trabajadoras que buscan una alternativa habitacional a la saturación del Valle de México. Esto ha impulsado una fuerte oferta de vivienda de interés social por parte de desarrolladores, sobre todo en municipios como Mineral de la Reforma, Epazoyucan, San Agustín Tlaxiaca y Zempoala.
Sin embargo, la falta de servicios básicos y normatividad clara ha deteriorado la percepción de muchas de estas zonas y representa un riesgo legal, social y comercial para el sector.
¿Qué soluciones se pueden impulsar desde el sector inmobiliario?
Aunque la situación actual implica retos, también abre la puerta a proyectos bien planeados, con visión de mediano y largo plazo, que se traduzcan en oportunidades reales tanto para la población como para los desarrolladores.
Propuestas viables:
- Impulsar alianzas público-privadas para la urbanización progresiva de fraccionamientos ya construidos.
- Promover desarrollos que incluyan soluciones integradas: vivienda + servicios + conectividad + áreas verdes.
- Exigir certidumbre legal y normatividad clara antes de adquirir o promover predios.
- Colaborar con autoridades municipales para actualizar y respetar planes de uso de suelo.
- Apostar por proyectos habitacionales verticales en zonas bien conectadas, que reduzcan el consumo de suelo.
La Zona Metropolitana de Pachuca aún tiene un gran potencial inmobiliario, pero solo será sostenible si se antepone la planeación urbana responsable a las ganancias inmediatas. Hoy más que nunca, invertir con visión social y orden urbano es la mejor estrategia para asegurar un mercado sólido, seguro y rentable a largo plazo.