El mercado inmobiliario en Puebla enfrenta un reto creciente: la escasez de tierra disponible en zonas urbanas consolidadas. Este fenómeno, que afecta directamente la planeación y el acceso a servicios, está empujando a desarrolladores a buscar espacios en las periferias, generando desequilibrios urbanos difíciles de resolver si no se actúa a tiempo.
Puebla se mantiene como un estado atractivo en términos de colocación de créditos, ubicándose en el lugar 15 a nivel nacional. Sin embargo, la saturación de suelo en áreas clave de la zona metropolitana está modificando la dinámica del crecimiento urbano.

Expansión sin infraestructura: un dilema para el futuro
Los desarrolladores, ante la imposibilidad de encontrar tierra viable en zonas céntricas, han optado por llevar sus proyectos a zonas más alejadas, donde los costos de la tierra son más bajos. El problema es que estas áreas carecen de infraestructura básica, transporte público eficiente, centros educativos y servicios comerciales, lo que limita la habitabilidad y el valor a largo plazo de estas inversiones.
Municipios como Cuautlancingo, Ocoyucan, San Pedro Cholula y Coronango, que concentran el 67% de los créditos de Infonavit en el estado, están experimentando esta presión, con desarrollos que muchas veces anteceden al ordenamiento territorial.
Un mercado en crecimiento… pero fragmentado
Entre 2023 y 2024, el precio de la vivienda horizontal aumentó un 13%, mientras que la vivienda vertical tuvo un alza moderada de entre 3% y 5%, según datos recientes. Esto refleja una alta demanda contenida, especialmente en la zona metropolitana, pero también una desigualdad en el acceso a vivienda bien ubicada.
El precio promedio por metro cuadrado va desde los 15,128 pesos en el segmento tradicional, hasta 20,334 pesos en residencial plus, lo cual impone barreras adicionales a quienes buscan adquirir vivienda en zonas con acceso a servicios y calidad de vida.

Propuestas estratégicas para el sector inmobiliario
Ante este escenario, es crucial que desarrolladores e inversionistas adopten una visión integral y sostenible del crecimiento urbano. Algunas estrategias clave incluyen:
- Promover desarrollos verticales en zonas conurbadas bien conectadas, optimizando el uso del suelo y reduciendo la presión en zonas periféricas.
- Colaborar con autoridades locales para identificar reservas territoriales factibles dentro del marco legal, que puedan habilitarse con infraestructura.
- Invertir en urbanismo incluyente, que contemple no solo vivienda, sino también servicios, conectividad y espacios públicos.
- Apostar por proyectos de regeneración urbana en zonas infrautilizadas del centro de Puebla, incentivando la recuperación de predios abandonados o mal aprovechados.
- Incorporar esquemas de vivienda asequible con servicios compartidos (coliving), enfocados en jóvenes profesionales y estudiantes, un segmento creciente en la ciudad.
El futuro del sector inmobiliario en Puebla dependerá de su capacidad de adaptarse a las limitaciones del suelo urbano y transformar los desafíos actuales en oportunidades de desarrollo inteligente. Hoy más que nunca, la clave está en construir ciudad, no solo viviendas.