Los Cabos, reconocido por su atractivo turístico internacional y su crecimiento económico sostenido, enfrenta una paradoja urbana: mientras nuevas inversiones impulsan el mercado inmobiliario de alto nivel, decenas de miles de trabajadores locales no pueden acceder a una vivienda propia.
Según datos de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), más de 52 mil trabajadores en la industria turística no cuentan con una vivienda digna en el municipio. Este déficit obliga a muchas personas a rentar, compartir espacios con familiares o vivir en zonas irregulares y de alto riesgo, con consecuencias sociales y urbanas importantes.

Una oferta que no alcanza
Aunque existen proyectos habitacionales en desarrollo, la demanda supera con creces la oferta disponible. El acceso a viviendas de interés social es limitado, y las opciones en el mercado están fuera del alcance para gran parte de la población local.
En promedio, una vivienda en Los Cabos se comercializa entre los 2 y 3 millones de pesos, un precio muy por encima de lo que los trabajadores con ingresos bajos o medios pueden financiar mediante un crédito tradicional.
El desafío del Infonavit
A nivel estatal, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) reporta que 222 mil trabajadores no han ejercido su crédito, ya sea por desconocimiento o por falta de opciones adecuadas. Ante esta realidad, se han iniciado esfuerzos de capacitación para que más personas comprendan cómo acceder a su crédito y lo utilicen de forma efectiva.
Sin embargo, el problema de fondo no es solo el acceso al crédito, sino la falta de proyectos habitacionales viables y asequibles. La tierra urbanizable, los altos costos de construcción y la presión del turismo sobre el mercado inmobiliario generan una dinámica en la que el desarrollo social queda rezagado.
Un equilibrio necesario entre turismo, vivienda y desarrollo urbano
La situación en Los Cabos exige una planeación integral que equilibre el crecimiento turístico con el desarrollo de vivienda digna para su población trabajadora. Esto implica:
- Incentivar proyectos de vivienda social en ubicaciones bien conectadas.
- Establecer alianzas público-privadas para bajar los costos de tierra y servicios.
- Garantizar la regularización y seguridad jurídica de asentamientos existentes.
- Fomentar políticas de vivienda inclusiva dentro del desarrollo urbano.
Los Cabos no solo necesita crecer hacia arriba o hacia afuera, necesita crecer hacia adentro, construyendo soluciones que permitan que quienes hacen posible la operación diaria de este destino también puedan vivir dignamente en él. Resolver el rezago habitacional será clave para asegurar la estabilidad social y el bienestar en una región que sigue proyectándose al mundo.