En los últimos años, el concepto de “vivir bien” en México ha cambiado. Ya no se trata solo de tener un techo propio, sino de contar con una ubicación estratégica que facilite el día a día. Este cambio ha generado un aumento notable en la demanda de viviendas cercanas a servicios integrados: coworkings, supermercados, parques, cafeterías, centros de salud y transporte público. ¿Por qué este fenómeno es relevante y qué implica para el mercado inmobiliario?

Una vida más conectada y eficiente
El estilo de vida urbano está evolucionando hacia la conveniencia. Especialmente entre jóvenes profesionales, familias pequeñas y personas que trabajan desde casa, la proximidad a servicios cotidianos ya no es un lujo, sino una necesidad. Espacios como coworkings y cafés con Wi-Fi se han vuelto esenciales para quienes adoptaron el home office de forma permanente. Esto ha reconfigurado la demanda de vivienda en zonas céntricas o bien conectadas.
Coworkings: más que oficinas compartidas
Los espacios de coworking no solo son funcionales, también representan comunidad, flexibilidad y productividad. Vivir cerca de ellos permite a muchos trabajadores independientes, freelancers o empleados híbridos tener una opción profesional sin largos traslados. Zonas como Roma-Condesa en CDMX, Americana en Guadalajara o el centro de Mérida han experimentado este auge.
Supermercados y parques: calidad de vida al alcance
La proximidad a supermercados y mercados locales también se ha vuelto clave. Poder hacer compras caminando, evitar tráfico y tener acceso inmediato a productos frescos influye directamente en la decisión de compra o renta de una vivienda. A esto se suma el valor de los espacios verdes: vivir cerca de parques o zonas recreativas impacta positivamente en la salud física y mental de los residentes.
Una oportunidad para desarrolladores e inversionistas
Este cambio en las prioridades ha abierto una ventana de oportunidad para quienes desarrollan o comercializan vivienda. Las propiedades ubicadas en zonas con infraestructura y servicios integrados tienden a valorarse más rápido, tienen menor rotación de inquilinos y mayor demanda en plataformas de renta temporal. La planeación urbana y los desarrollos de uso mixto están ganando fuerza por estas razones.
¿Hacia dónde va el mercado?
La tendencia apunta hacia comunidades más compactas, caminables y bien conectadas. Esto no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también fortalece el tejido urbano. En un país como México, con grandes contrastes y oportunidades regionales, identificar zonas con servicios integrados será clave para cualquier estrategia inmobiliaria inteligente.