Querétaro se ha consolidado en los últimos años como uno de los polos urbanos más dinámicos del país. Su crecimiento económico, la llegada constante de nuevas empresas y su sólida infraestructura educativa lo han convertido en un destino atractivo para jóvenes estudiantes, freelancers y profesionales nacionales y extranjeros. Frente a esta transformación, el modelo tradicional de vivienda también ha comenzado a evolucionar, dando paso a nuevas formas de habitar la ciudad. Una de las tendencias que ha ganado fuerza en este contexto es el coliving.
El coliving es un modelo de vivienda compartida que busca más que solo dividir gastos: promueve comunidades colaborativas con espacios privados y áreas comunes equipadas, servicios incluidos y un entorno que fomenta la convivencia. Aunque este concepto se originó en ciudades cosmopolitas como San Francisco o Berlín, en México ha empezado a cobrar relevancia, especialmente en ciudades intermedias con un crecimiento joven, como Querétaro.
Los principales usuarios de coliving en Querétaro son estudiantes universitarios, freelancers que trabajan de forma remota y profesionales migrantes que llegan a la ciudad por proyectos temporales. Esta modalidad les permite establecerse sin compromisos a largo plazo, con flexibilidad y acceso a zonas bien ubicadas, seguras y con servicios integrados como Wi-Fi, limpieza, lavandería o incluso coworking.

Barrios como Centro Histórico, Milenio III, Juriquilla o zonas cercanas a parques industriales han comenzado a albergar desarrollos de coliving o viviendas adaptadas bajo este esquema. Estos espacios ofrecen habitaciones privadas amuebladas y zonas comunes como cocinas, terrazas, gimnasios o áreas de estudio, en modelos todo incluido y contratos flexibles, lo cual los convierte en una opción cada vez más atractiva frente a la renta tradicional.
Además, el crecimiento de la inmigración extranjera a Querétaro, con más de 2 mil personas provenientes de EE.UU., Venezuela y Brasil en los últimos cinco años, refuerza la demanda por este tipo de viviendas temporales, de rápida ocupación y que favorecen el contacto social y cultural.
El coliving también representa una oportunidad para inversionistas inmobiliarios, ya que permite mayor rentabilidad por metro cuadrado a través de rentas por habitación, y responde a un nicho de mercado en expansión. Con Querétaro creciendo en términos laborales, educativos y tecnológicos, el impulso al coliving parece estar apenas comenzando.
El coliving en Querétaro no es solo una moda, sino una respuesta funcional y social al nuevo perfil de habitantes de la ciudad: jóvenes, móviles, conectados y en busca de experiencias comunitarias. Este modelo está ayudando a redefinir cómo se vive en la ciudad, y todo apunta a que seguirá creciendo en los próximos años.