Querétaro ha experimentado un crecimiento sostenido durante la última década, consolidándose como uno de los polos más dinámicos del país tanto en términos industriales como inmobiliarios. A esta expansión se suma un fenómeno que ha cobrado fuerza en los últimos años: la inmigración extranjera. Tan solo en los últimos cinco años, más de 2,200 personas provenientes de Estados Unidos, 1,650 de Venezuela y 678 de Brasil han llegado para establecerse en esta ciudad.
El perfil de los migrantes revela una tendencia clara: la principal causa de migración es laboral, con más de 2,000 personas, seguida de motivos familiares (1,620 personas) y sociales o del entorno (716 personas). Este comportamiento sugiere que Querétaro no solo es atractivo por su calidad de vida, sino también por su capacidad para ofrecer empleos bien remunerados en sectores como la manufactura avanzada, la industria aeroespacial, la tecnología y los servicios empresariales.
Esta nueva población ha comenzado a generar una transformación silenciosa pero significativa en el mercado inmobiliario. De acuerdo con datos del Censo 2020, las viviendas particulares habitadas en Querétaro tienden a tener configuraciones amplias: el 26.1% tiene cuatro cuartos, y el 22.8%, cinco. Esta disponibilidad de espacios resulta ideal para perfiles familiares o profesionales que llegan con intención de arraigo.
En cuanto a los dormitorios, el 36.9% de las viviendas cuenta con dos recámaras, mientras que el 31.6% dispone de tres, lo cual refleja un mercado que favorece a hogares compactos pero funcionales, con espacio suficiente para crecer si así se requiere. Estas configuraciones son especialmente atractivas para parejas jóvenes, profesionistas y familias que recién se integran al entorno urbano queretano.
Desde la perspectiva inmobiliaria, este flujo migratorio representa una oportunidad estratégica para el desarrollo y reposicionamiento de proyectos habitacionales. Las zonas cercanas a parques industriales, hubs tecnológicos, universidades y centros de servicios están viviendo una revaloración acelerada, y los inversionistas más atentos ya están explorando modelos mixtos de vivienda que combinen accesibilidad, comodidad y conectividad.
Por otro lado, la llegada de migrantes con formación profesional y arraigo económico también puede ser un motor para desarrollar comunidades verticales y esquemas de vivienda inteligente, integrando tecnologías, seguridad y servicios compartidos.
Querétaro está viviendo una transformación urbana motivada no solo por su crecimiento interno, sino también por el interés internacional que despierta. Entender los perfiles migratorios y las características de la vivienda más común es fundamental para anticipar las tendencias del mercado y aprovechar las oportunidades que ofrece esta ciudad con visión global.